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martes, octubre 21, 2025
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¿Cómo puede ser que no nos duela quemar lo que nos alimenta?

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Bosques, sierras, páramos y cerros cubiertos por pastos de ceniza. Las escenas en Colombia son apocalípticas, con 462 incendios registrados en los primeros 31 días del 2024. Al caminar, al ingresar a redes sociales o al ver el noticiero, se observan columnas de humo colosales que se expanden por los cielos azules intensos y bajo el sol inclemente que brilla sin compasión alguna.

El Fenómeno del Niño ha traído temperaturas inusuales y extremas al país. A pesar de que las autoridades especializadas afirman que el 95% de los incendios forestales son provocados por acciones humanas, el cambio climático ha intensificado estos eventos naturales, haciéndolos más frecuentes y devastadores. El Niño no solo ha evidenciado la falta de preparación de los distintos organismos para enfrentar estas emergencias ambientales, sino que también ha causado daños irreversibles en más de 28 mil hectáreas de vegetación y ha provocado el desplazamiento de miles de especies de fauna nativa.

Es indescriptible el sentimiento que surge al ver a nuestra madre tierra consumida por las llamas. ¿Cómo es posible que la humanidad no honre la tierra que nos sustenta? ¿Cómo podemos ser indiferentes al dolor de destruir lo que nos da vida? ¿Cómo ignorar el lamento de las aves? Brigadistas, Bomberos, Defensa Civil y Fuerza Pública luchan por apagar los focos aún prendidos en las zonas controladas, aplacar las llamas en las montañas que aún arden y evitar con acciones de concientización que nuevas emergencias surjan.

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Pero los incendios son solo una parte del problema. El Niño trae consigo sequías prolongadas en el campo, secando los ríos y poniendo en riesgo la disponibilidad de alimentos. Hoy las familias agricultoras enfrentan incertidumbre antes de sembrar, y muchas observan cómo sus cultivos corren peligro debido a la escasez de agua. El impacto en las zonas rurales podría ser descomunal.

Una vez más,  el Banco de Alimentos de Bogotá ha respondido a la emergencia de manera efectiva. Hasta la fecha, ha distribuido más de 12 toneladas de alimentos, bebidas e insumos tanto a los organismos de socorro como a la comunidad, garantizando así que nadie sufra de necesidades durante este periodo. Adicionalmente, está brindando apoyo a las familias agricultoras con las que colabora en más de 21 municipios del país, asistiéndolas en la movilización de sus productos.

Ante estas oleadas de calor extremas, resulta imposible ignorar las consecuencias del cambio climático. Sin embargo, es también un deber de todos honrar y respetar la tierra que nos sostiene. Esta vez el mensaje es claro:  estar preparados para las emergencias ambientales es fundamental para asegurar el bienestar de todos. En nuestra página web, es fácil ayudar mediante acciones tangibles en esta lucha contra el hambre.

La lucha contra el hambre: una tarea que continúa en el 2024

La lucha contra el hambre

A medida que el 2024 avanza, se han puesto sobre la mesa cifras preocupantes sobre el hambre en Bogotá. En las dos primeras semanas del año, Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, ha insistido en que una de sus prioridades es integrar esfuerzos para acabar con el drama de la falta de alimentos en los hogares más vulnerables, tres de cada diez bogotanos sufren de hambre. Pero que, si bien es una tragedia silenciosa, también es una calamidad longeva y conocida, actuar con rapidez, constancia y en conjunto es clave para activar todos los frentes en esta ardua batalla.

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La persistencia de los retos exige unificar esfuerzos para reducir las brechas de desigualdad y salvar vidas. Combatir el hambre sigue siendo una tarea difícil, especialmente en una nación ensombrecida por una historia de violencia, donde el trabajo informal constriñe a las familias, las oportunidades se ven sofocadas, el cambio climático borra el progreso que tanto ha costado conseguir y los conflictos lejanos traen consecuencias inevitables. Como sociedad, debemos persistir en nuestros decididos esfuerzos por superar estas complejidades y forjar un camino hacia un futuro más equitativo.

COLABORADOR DEL BANCO DE ALIMENTOS DE BOGOTA


A lo largo del 2023, en colaboración con nuestro dedicado equipo de aliados, donantes, voluntarios y socios, ampliamos significativamente nuestros esfuerzos. Logramos entregar más de 17.573.000 kg de productos a familias en situación de vulnerabilidad en todo el país. Este éxito es un testimonio del liderazgo, la determinación, la voluntad y el compromiso de todos los que apoyaron y creyeron en nuestra misión. Entre los hechos más destacados de 2023 se encuentran las respuestas rápidas y efectivas a las emergencias en Quetame y Guayabetal, la impactante campaña “Ni la inteligencia artificial tiene la respuesta contra el hambre” y la segunda edición sin precedentes del evento “Una Novena Por Bogotá” el 19 de diciembre en el Movistar Arena, uniendo a más de siete mil personas que proporcionaron
más de 55 mil kg de alimentos nutritivos a las familias más vulnerables durante la Navidad. Adicionalmente, nuestra campaña Navidar superó su meta y entregó 80.000 canastas de alimentos. Nuestra ayuda llegó a regiones vitales como La Guajira, Chocó, Cundinamarca, Cauca, Nariño y Caquetá. Este impactante alcance fue posible gracias a la inestimable generosidad de nuestras empresas colaboradoras.


Con la vista puesta en este nuevo año, perseveremos con inquebrantable determinación, motivación y generosidad para afrontar todos los retos que se nos plantean. Su solidaridad es un privilegio y juntos reafirmamos nuestra condición de mejor equipo en la búsqueda de un país más equitativo, justo e integrador. Nuestros esfuerzos colectivos empoderan a quienes podrían luchar por su cuenta, creando un sistema de apoyo más fuerte para todos. Una vez más te invitamos a seguir #JuntosContraElHambre.

Reciclar para poder comer

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Asochapinero

Todos, alguna vez, hemos visto a las señoras que separan los residuos en nuestros conjuntos, en la oficina o en la calle. Algunos dicen gracias, pero otros solo levantan la mirada y siguen derecho. Pero, ¿quiénes son estas mujeres?, ¿qué historia se esconde detrás de sus rostros?

Hoy, desde la voz de Martha Pérez Martínez, queremos visibilizar el trabajo que realizan muchas de estas mujeres, para sacar adelante a sus familias, a sus comunidades y lo que hacen para garantizar la comida sobre sus mesas.

¿Qué hace Asochapinero?

Nosotras somos recuperadoras de material reciclable, aunque para mucha gente es basura, para nosotras es esperanza. Casi todas somos mujeres, llevamos en la organización entre seis y veinte años. Recuperamos el cartón, metal, vidrio y papel, todo lo que es el material reciclable y recuperable. Eso nos ha ayudado mucho para nuestro sustento y sacar a nuestros hijos adelante, brindarles una mejor calidad de vida e impulsar sus estudios, para que no les toque como nos ha tocado a nosotras.

¿Cuántas personas pertenecen a Asochapinero?

Cien personas, en ambas sedes, la mayoría madres cabeza de familia.

¿Cómo es su día a día?

Nosotras trabajamos media jornada en la noche, y la otra mitad de día. Un grupo martes, jueves y sábado y las otras lunes, miércoles y viernes. En la noche es de 6:00 p.m. a 1:00 a.m., en el día de 3:00 a.m a 7:00 a.m.

Nos Dividimos, porque trabajamos en varios shuts de los conjuntos residenciales de diferentes zonas de la ciudad. Somos tres por cada shut. En la noche nos enfrentamos a la inseguridad, nos toca protegernos en grupo, es mejor trabajar en el horario de la mañana por la integridad y la vida de nosotras, siempre hay gente que quiere hacer daño.

A nosotras nos toca el trabajo duro que es seleccionar, meternos de fondo a revisar qué sirve. Es bonito trabajar solo con mujeres, porque nosotras somos más cuidadosas al clasificar.  Después pasa otro grupo, también de la organización, a recoger ese material y llevarlo a la bodega.

Es de admirar que todas son mujeres y no se dejan vencer por las adversidades, ¿por qué luchan?

Acá todas tenemos hijos, trabajamos para poder sacarlos adelante y que tengan una mejor calidad de vida. Las trasnochadas y los esfuerzos han valido la pena, casi todas hemos logrado que nuestros hijos sean tecnólogos o profesionales. 

¿Cómo seleccionan los shuts donde trabajan?

Los representantes de la asociación van con los papeles a buscar los convenios, para que nos den acceso a los conjuntos residenciales, todo es legal.  Ahora, el trabajo es muy escaso, son pocos los que dejan el reciclaje para nosotros, porque lo venden de una vez a quien lo procesa. La falta de trabajo, hace más complicada nuestra situación, aumenta el hambre en nuestros hogares.

¿Por qué ser reciclador?

Amamos este trabajo, somos independientes, es esa pasión de saber que no solo se ayuda al medio ambiente, sino que también se puede sobrevivir y abrir nuevas oportunidades de empleo. Aquí las personas mayores encontramos una oportunidad.

Esta tarea es difícil, pero a la vez, es una labor digna. Es triste que la sociedad no reconozca nuestro valor. Los recicladores enfrentamos una falta de aprecio y esto afecta nuestra moral. Aunque muchos entienden la importancia de separar los materiales, son pocos los que realmente lo llevan a cabo. Falta la conciencia acerca del esfuerzo que implica esta labor y del impacto que tienen nuestras acciones en el medio ambiente.

Nuestro llamado es a que la sociedad separe los materiales de una manera adecuada, pero también a la alcaldía para que nos apoye, a veces nos sentimos abandonados y atacados.

¿Cómo es la situación en sus hogares?

Desde hace unos años vemos el aumento de los precios en el mercado, comer es caro. Aquí nos toca hacer vigilia, hay semanas enteras que no comemos carne, pero no porque queremos, sino que no nos alcanza. Ni siquiera para un huevo. A uno le toca aprovechar los pesos que le lleguen para saberlos distribuir.

Durante más de 11 años, el Banco de Alimentos de Bogotá ha logrado que en nuestras mesas no falta la comida. Yo sé que a todos nos quedó una huella muy grande por la pandemia, pero la ayuda que recibimos del Banco fue un milagro. El salón de nuestra asociación se mantenía lleno de alimentos. En esa época no podíamos salir a trabajar y eso era sinónimo de hambre.

Martha, como la líder en esta organización de recicladores, ¿podría compartirnos su historia personal?

Yo quedé sólita a los 9 años a cargo de mis hermanos. Mi mamá se fue y yo quedé con mi suegra, ella me enseñó a trabajar como una mujer berraca. Empecé con una “zorra”, un vehículo de tracción humana. Mi labor exigía tanto de mí que no podía dedicarme a estudiar, ya que mi prioridad era alimentar a mis hermanos. Con tristeza, debo contarles que perdí a cuatro de ellos debido a accidentes o casos de violencia.

La vida nos enseña que debemos seguir adelante, superar caídas y levantarnos. La fortaleza es lo principal; siempre hay razones por las cuales luchar. A lo largo de mi camino, he contado con el apoyo de psicólogos, pero aquí estoy, fuerte y alegre. Mi misión es motivar a las mujeres a mi alrededor para que continúen luchando por sus seres queridos; a nosotras, nada nos detiene.

Es difícil expresar con palabras el sentimiento que transmiten estas mujeres guerreras y valientes. Son un ejemplo palpable de dignidad y fortaleza. La fuerza reflejada en sus rostros al narrar sus luchas y la alegría que ilumina sus ojos al ver a sus hijos graduados es conmovedora. Hoy, quiero invitarlos a unir esfuerzos y a seguir apoyando para que más familias, especialmente mujeres cabeza de familia, puedan labrar un futuro mejor para sus hijos. Así, trabajamos juntos para asegurarnos de que nadie en nuestra ciudad tenga que enfrentar el flagelo del hambre y la pobreza.

Taller del maestro

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muerte de 51 menores por desnutrición en Alto Baudó, Chocó

Es un reto muy grande educar en zonas donde  la drogadicción y la informalidad son el pan de cada día. El taller del maestro, es una luz  de esperanza, un lugar de transformación a través del arte. En esta entrevista exploramos su misión, programas y la valiosa colaboración con el Banco de Alimentos de Bogotá para brindar nutrición y oportunidades a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. 

¿Cuál es la misión del Taller del maestro?

Atender a niños en su primera infancia y poder aportar todo aquello que necesita en sus primeros años de vida. Cada niño en su primera etapa es como una esponja que absorbe y la intención de nosotros es dejar huella en esos primeros años de vida a través de componentes nutricionales, valores y de buenos cuidados.

¿Cuál es su punto focal en cuanto a la población?

Nos especializamos en la primera infancia, de los 0 a los 5 años de edad, con ellos desarrollamos el programa pedagógico, pero también trabajamos con adolescentes con una metodología artística. A lo largo de nuestra historia hemos atendido más de mil niños, niñas y adolescentes. 

El acompañamiento de los padres en el proceso de crecimiento es vital, es muy común que los niños y niñas se sientan extraños o ajenos en sus hogares cuando sus familias no participan en el proceso, lo que pretendemos es fortalecer los valores de la casa para enseñarles buenas pautas de crianza. 

Esta fundación está ubicada en una de las zonas más peligrosas de la ciudad, ¿a qué tipo de riesgo se enfrentan los niños y adolescentes? 

Sí, estamos ubicados en el Barrio Santa Fe desde hace 10 años. Ha sido todo un desafío, la mayoría de niños y niñas que atendemos vienen de familias muy pobres. Actualmente, atendemos a madres cabeza de familia, población migrante, trabajadoras sexuales o vendedores ambulantes, anteriormente atendiamos muchas familias desplazadas por la violencia de María La Baja, Bolívar. 

El taller del maestro

¿Qué programas manejan en la fundación?

Nosotros partimos del principio de la creatividad y la lúdica, a través de estos dos pilares comenzamos a implementar la pedagogía activa en nuestros programas educativos. Según el rango de edad creamos grupos para poder aplicar procesos adecuados y de estimulación. 

Utilizamos bastante la lúdica porque muchos de estos niños, desafortunadamente, están reprimidos por los espacios donde viven, son muy cerrados. Entonces, les damos esa libertad acá de crear y de poder explorar. Utilizamos mucho el componente artístico para explorar más la capacidad en ellos, porque  algunos niños  tienen problemas de autoestima.

En cuanto al programa de adolescentes el día sábado tenemos una escuela de danzas, una escuela de teatro y una escuela de música, seguimos utilizando la expresión artística para potenciar en los niños los talentos que tienen. Nosotros no solamente aportamos el componente pedagógico, sino también nutricional de la mano con el Banco Alimentos de Bogotá.

Aquí también se les asegura a los niños el alimento, ¿cómo funciona el programa nutricional?

A nuestros pequeños les damos el desayuno, refrigerio y almuerzo. Desde que comenzamos como fundación estamos vinculados al Banco de Alimentos de Bogotá. Esta organización no solo ha sido nuestro principal apoyo en temas nutricionales, sino que además los practicantes que nos envían dejan huella, nos orientan y nos enseñan más. Para nosotros el Banco de Alimentos de Bogotá,  ha sido una bendición porque nos enriquece de una forma positiva, de una forma extraordinaria nuestra actividad de acción.

La transformación que se vive en este lugar es increíble. Hace un tiempo, específicamente una niña, entró a eso de la edad a los 4 años, durante todo ese proceso veíamos a la mamá que venía a traer a la niña al jardín y la recogía en unas presentaciones poco adecuadas. Sabíamos que trasfondo tenía. Comenzamos a adelantar un trabajo con ella de consejo, de orientación, de ser ejemplo para su hija, al final se abrió su corazón y nos permitió poder hacer un trabajo con ella y hoy en día pues puedo decir que también nos ganamos a esa mamá, porque hace parte de nuestro equipo. 

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¿Qué los motivó a crear El Taller del Maestro?

Mi esposo viene con una dificultad de formación. En su infancia fue marcado mucho por el flagelo de la drogadicción y la delincuencia, su mamá lo abandonó de niño y  pasaba mucho tiempo solo, ahí está la situación de las malas amistades, de las malas decisiones. Por otro lado, mi historia es muy diferente, siempre estuvo marcada por un buen cuidado, un buen amor de mi mamá y mi papá. Mi pasión siempre fue ser docente, yo puedo decir que  he cumplido el sueño de cuando era pequeña. Cuando uno está pequeño, uno dice yo quiero ser bombero, yo quiero ser enfermera. Yo decía que quería ser maestra y este es mi sueño cumplido.

¿Cómo se conocieron ustedes viniendo de mundos tan diferentes?

Llegué de Medellín a la edad de los 18 años y venía a trabajar como secretaria a una fundación que trabaja con jóvenes en problemas de droga. Durante ese tiempo, dice mi esposo que se enamoró de mí perdidamente a primera vista, más yo no, por su problema de drogadicción, pasaron más de 5 años, para que pudiera verlo con una actitud diferente, su transformación y cambio fue de otro mundo. Ya él había salido del programa, ya se había mantenido y era un empresario.

El Taller del Maestro es un testimonio conmovedor de cómo la educación y la nutrición pueden cambiar vidas. A través de su compromiso con la primera infancia, la pedagogía activa y la expresión artística, están construyendo un futuro más brillante para estos niños y adolescentes. Juntos estamos fortaleciendo la misión de nutrir los corazones de quienes más lo necesitan. 

Ni la inteligencia artificial tiene la respuesta contra el hambre

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  • El Banco de Alimentos de Bogotá invita a, entre todos, cambiar la realidad del hambre con inteligencia emocional.
  • Las cifras de hambre en el mundo son estremecedoras y nos ponen frente a un país que requiere más solidaridad y misericordia, una Colombia que necesita vencer la indiferencia y actuar con un corazón incluyente.
  • En el 2023, se han entregado 12.968.000kg de productos a la población más vulnerable.

Bogotá, 06 de octubre de 2023. Durante este año de incertidumbre económica, una compleja situación de orden público y desastres naturales que han estado generando titulares, el Banco de Alimentos de Bogotá ha trabajado incansablemente para llegar a las zonas más olvidadas y excluidas de Bogotá y el país.

Ante la necesidad de seguir movilizando la generosidad y multiplicando esfuerzos, el BAB, lanza su nueva campaña “Ni la Inteligencia Artificial tiene la respuesta contra el hambre”, que tiene como objetivo hacer un llamado a que entre todos cambiemos la realidad de miles de ciudadanos usando nuestra inteligencia emocional. A lo largo del 2023, hemos logrado entregar más de 12.968.000kg de productos, beneficiando así a quienes sufren por la falta de alimento, una cifra que solo ha sido posible gracias al apoyo y generosidad de muchos.

El Padre Daniel Saldarriaga Molina, fundador y director ejecutivo del BAB, asegura que: “Las cifras de hambre en el mundo son estremecedoras y nos ponen frente a un país que requiere más solidaridad y misericordia, una Colombia que necesita vencer la indiferencia y actuar con un corazón incluyente. Hoy en día, la inteligencia artificial tiene la respuesta para casi todo, pero no la tiene para acabar con el hambre”.

En Colombia, según el último reporte del DANE, 15 millones 560 mil personas se encuentran dentro de la escala de inseguridad alimentaria. Es por eso que hoy, el llamado del Banco de Alimentos de Bogotá, es a que entre todos cambiemos esta triste realidad.

El trabajo del Banco de Alimentos de Bogotá, va encaminado al fortalecimiento de una economía circular en donde compartir, reparar, renovar, reciclar y no desperdiciar, son los pilares fundamentales. Desde hace 22 años, el Banco de Alimentos de Bogotá con responsabilidad, efectividad y determinación promueve la seguridad alimentaria a lo largo y ancho del país, mejorando así la calidad de vida de las personas beneficiadas y su entorno.

¿Alguna vez usted se ha imaginado cómo se vería Bogotá sin hambre? Esta campaña es una invitación a entre todos cambiar esta realidad con inteligencia emocional. Juntos somos el mejor equipo para lograr que a nuestro país y a nuestra gente no le falten alimentos dignos en sus hogares. Únete y sigamos luchando #JuntosContraElHambre.

En caso de requerir información adicional, por favor comuníquese al celular 3115804679 o por email:
communitymanager@bancodealimentos.org.co

Lo invitamos a unirse a nuestra campaña compartiendo las siguientes piezas gráficas:
https://drive.google.com/drive/folders/1pLs4A6NrWX0o_wNTaMntkTUXE5LrB7gt?usp=sharing
https://drive.google.com/drive/folders/1EaS1MRjGbWAO1WeaBrU2u8tcSHcnEwHt?usp=sharing
https://drive.google.com/drive/folders/1whf4StzoEO0Pi2oEEvU7De67goiLr9lA?usp=sharing

La fuerza inquebrantable que lucha por la inclusión y la dignidad

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FUNDACION MARTHA CHACON

Martha Chacón, es la voz de quienes viven en silencio. Las personas con discapacidad no pueden elegir qué vida quieren vivir, pero sí les toca afrontar un gran reto para poder sobrevivir. A diferencia de lo que muchos piensan por lo que significa hacerse cargo de una persona de este tipo, la Fundación Marta Chacon se encarga de escucharlos y entenderlos desde el amor, siempre velando por la inclusión y una calidad de vida digna para ellos y sus familias. Esta mujer inquebrantable ha luchado contra todas las adversidades para lograr un mejor futuro para su comunidad. Su perseverancia, liderazgo y resiliencia es de admirar, sus sueños no tienen fronteras y en esta oportunidad desde el Banco de Alimentos queremos compartir su historia: 

¿Cómo nace la Fundación Martha Chacon? 

La fundación nace en el 2000, llevamos 23 años. Igual que el Banco de Alimentos, siempre he estado afiliada a esta gran misión. Nace de la necesidad del sector Kennedy Britalia, yo trabajaba como profesora con el Distrito, pero me encontraba con la dificultad grandísima de que hay muchos jóvenes con rotulaciones: agresividad, dificultad de aprendizaje o dispersos. Sin embargo, cuando me di cuenta, yo tenía más de 30 chicos con discapacidades en las aulas, porque tenía la habilidad y talento para desarrollar sus destrezas. 

En la comunidad se veía mucho el chico con discapacidad que se queda en la casa o en la calle porque la mamá trabaja todo el día, aunque fueran más vulnerables o indefensos, empecé a descubrir bastantes abusos verbales y psicológicos por parte de la misma población. 

¿Qué tipo de población atienden? 

La población que atendemos son personas con discapacidad, manejamos las 7 discapacidades -visual, auditiva, mental, física, intelectual, psicosocial, múltiple y sensorial-. Trabajamos con personas de todos los rangos de edad, en este momento nuestro fuerte va desde los 16 años hasta los 60 años. Tenemos 3 centros en alianza con la Secretaría de Integración Social  y uno que si es privado, tenemos varias modalidades interno y rutinario. Manejamos rutas que los recogen a diario en sus casas, para traerlos a su otro hogar. 

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¿Quién era y quién es hoy Martha Chacón?

No nos olvidemos de nuestros primeros pasos. Yo también soy una madre, con cuatro hermosos hijos y viuda. A los 30 años mi esposo murió en un accidente, yo quedé sola y con una responsabilidad enorme por mis hijos. Yo tenía un cáncer muy fuerte, cáncer de mama, duré cuatro meses hospitalizada, incluso me aplicaron los santos óleos para fallecer junto a mi familia. Yo estaba débil, no tenía alientos, pero me dio la locura de la fundación, yo le dije a Dios: si tu me das la vida, yo voy a servir a los demás hoy, mañana y siempre.  Tenía que darles de comer y una vivienda, muchas veces el apartamento que conseguía, era la mitad para la fundación y la mitad para vivir. No fue fácil, por eso yo siempre invito a todas las organizaciones a perseverar, nunca descansar. Tener el objetivo claro, siempre estar estudiando para ir avanzando. No me parecía justo lo que estaba pasando con la educación de estos jóvenes, por eso tomé esta maravillosa decisión. Fueron muchas lágrimas, pero siempre estaba la esperanza de que se iba a lograr.

Si hay algo que quiero ser en la vida es ser autentica, Marcha Chacon es de lavar y planchar. El hecho de que ahora tengo tantos colaboradores no me hace levitar, sino ser más humilde, eso permite que mi equipo también lo sea. Yo amo a mi señora de la cocina y vigilante, todos tenemos el mismo valor. 

Yo veo en usted una mujer que sabe escuchar desde el silencio, ¿cómo ha sido ese proceso? 

Ha sido  muy difícil. Acá he tenido que barrer, administrar, cambiar pañales, enseñar. Durante mucho tiempo los estudiantes del Banco de Alimentos fueron mi apoyo incondicional, ellos venían hacer sus prácticas y me ayudaron a atender a estas personas. Esto es sentir, querer y amar, cuando has tenido que hacer de todo, te das cuenta del valor de cada uno de los colaboradores. Aquí quien aporta: el vigilante, las cocineras, las señoras del aseo, los enfermeros. A veces a los chicos sus mismos pensamientos no les permiten levantarse, pero nuestro equipo siempre tiene una sonrisa para darles motivos a diario. Eso va en el talento humano que tenga cada persona. 

Apoya la lucha contra el hambre aquí: Banco de Alimentos de Bogotá

Yo como cabeza vivo feliz y pongo todo mi esfuerzo para transmitirla, aunque tenga problemas. Gracias a la población que atendemos nosotros tenemos trabajo y motivaciones, esta labor es mutua, ellos mejoran, nosotros también. En este momento, tenemos 160 personas en los 4 centros, yo siempre le pedía a la vida un proyecto, para darle calidad de vida a mi población focal, ahora le pido a dios que no me deje olvidar de dónde me saco, de mis raíces. La economía ha mejorado mucho es imposible negarlo, pero el verdadero reto está en seguir siendo mejor persona, más íntegra y dar lo mejor de lo mejor. 

¿Las personas con discapacidades sufren mucha exclusión?

Sí, pero las cosas han mejorado un poco. Yo hice parte de la Política Pública De Discapacidad durante 10 años, de allí nacen todos estos procesos. Sin embargo, aquí hay mucha población que en algún momento tenía su familia, pero cuando sus padres mueren quedan solos y sus otros familiares se aburren pronto. 

¿Cómo entender a una persona con discapacidad? 

 A lo largo de todos estos años de trabajo, inclusive tuve una pareja durante 8 años con discapacidad visual, podría decir que quien pone las barreras son ellos. La mejor manera de comprenderlos es mirándolos como iguales, ejemplo: tu quieres comer algo rico, dale algo delicioso a esa persona también, qué quieres verte guapo, vistelo bonito. Ellos necesitan nuestra ayuda, no nuestra limosna. No me parece justo cuando les embuten la comida, ¿a usted le gustaría que la trataran con afanes o rabia?. La paciencia es sabia. Ellos no son una carga, son diferentes sí, pero también son seres humanos. 

¿Cómo funciona la fundación?

Nosotros tenemos 3 líneas de acción. La primera es la promoción de capacidades individuales, lo que se busca es que los chicos adquieren mayores capacidades para la independencia y autonomía, que en la casa puedan ser más funcionales; la siguiente línea es de familia, buscamos hacer intervenciones para integrarlos y desarrollar capacidades de atención, que puedan pasar un derecho de petición o solicitar la atención adecuada en la EPS; la última línea es de entorno y territorio, formalizamos alianzas con entidades públicas y privadas, para que hagamos procesos de articulación, en donde los chicos asistan a talleres en el SENA, actividades con el IMRD y otras instituciones que trabajan en temas de inclusión. 

¿De dónde proviene la inspiración para desarrollar esta labor?

Yo siempre he dicho que uno debe estar enamorado de lo que uno hace. Dios me dio un amor muy grande por la discapacidad, siento que soy la voz de aquel que no puede expresarse. Por eso, aquí a ellos y sus familias se les da la seguridad que van a  recibir la mejor atención, por ejemplo: nosotras podemos conversar si el tinto está rico, pero estas personas no. Por eso, siempre hay que darles lo mejor, cuando nosotros damos lo mejor Dios te bendice. Ese es nuestro lema: disfrutar lo que uno hace, para siempre trabajar con amor. A estas personas siempre hay que darles un abrazo o una sonrisa, somos su familia. 

El camino de la equidad empieza por entender que todos somos diferentes. Promover acciones de inclusión social, para disminuir la exclusión y la desigualdad son esenciales para este fin. Todos, sin excepción alguna merecemos las mismas oportunidades de desarrollo, el trabajo en equipo que desde hace más de dos décadas viene impulsando el Banco de Alimentos de Bogotá y la Fundación Martha Chacon, hoy se representa en el bienestar y esperanza de miles de jóvenes con discapacidades.