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miércoles, marzo 26, 2025
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Cómo recibir ayuda del Banco de Alimentos de Bogotá: Guía paso a paso

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El Banco de Alimentos de Bogotá focaliza su apoyo en fundaciones y parroquias para prevenir la reventa de alimentos con fines comerciales. En este sentido, hemos desarrollado estrategias que permiten la afiliación de individuos conforme a lo mencionado anteriormente, así como la inclusión de nuevas organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a labores sociales, para que puedan acceder a nuestras ayudas. 

Imagen proveniente de AI

Las personas que requieren nuestra asistencia pueden seguir dos pasos simples: primero, acudir a una fundación que atienda a su grupo poblacional específico; segundo, dirigirse a las iglesias cercanas a su área. La mayoría de estas iglesias están asociadas al Banco de Alimentos, ya que forma parte de la Arquidiócesis.

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¿Cuáles son los pasos que deben seguir las fundaciones interesadas en registrarse como beneficiarias del Banco de Alimentos?

  • Organizaciones de carácter social sin ánimo de lucro
  • Que brinden oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas en condiciones de vulnerabilidad
  • Que demuestren su existencia legal de más de 6 meses
  • Cumplan con la norma sanitaria para su funcionamiento
  • Y no promuevan el proselitismo político, religioso ideológico

Al tener todos estos requisitos puedes continuar con el registro en el siguiente link: Requisitos de vinculación

Preguntas frecuentes

¿Las organizaciones tienen que ser católicas para poder acceder al Banco de Alimentos?

No, el requisito fundamental es que realicen una labor social; lo primordial es que las diferencias ideológicas políticas y religiosas no nos dividan, sino que nos unan en pos de una misma causa.

¿Ustedes cobran por los alimentos?

No, nosotros no cobramos. Sin embargo, por los productos que entregamos a las organizaciones, recibimos un aporte solidario, que corresponde a menos del 10% del valor comercial. Con este recurso compramos productos que no recibimos en donación y que nuestros beneficiarios requieren. Necesitamos ser autosostenibles en el tiempo y así poder ayudar a más personas que lo necesitan sin apoyar la mendicidad. Si deseas saber más información te invitamos a visitar nuestra web: www.bancodealimentos.org.co  

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La Oscilación de Madden & Julian: Su Impacto en las Sequías e Inundaciones en Colombia

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La oscilacion de madden

En el clima, varios fenómenos interactúan simultáneamente con intensidades variables. A principios de este año, Colombia experimentó la influencia de El Niño, conocido por reducir las lluvias en el país. Esto, combinado con la temporada de bajas precipitaciones en varias regiones, resultó en las severas sequías recientes que han afectado ciudades como Bogotá. Sin embargo, otro fenómeno menos mencionado también ha estado presente: la Oscilación de Madden & Julian (MJO, por sus siglas en inglés).

¿Qué es la Oscilación de Madden & Julian?

El meteorólogo Christian Euscátegui explica que la Oscilación de Madden & Julian es un fenómeno de variabilidad climática a escala intraestacional, caracterizado por fluctuaciones en el campo de presión, especialmente hacia bajas presiones. Este fenómeno se desplaza alrededor del globo de oeste a este, similar a un péndulo, completando un ciclo en aproximadamente 30 a 60 días. Su punto de partida suele estar en el océano Índico y el oeste del Pacífico tropical.

La MJO tiene dos fases: una convectiva, que favorece las precipitaciones, y otra divergente, que las inhibe. Aunque sus efectos no han sido suficientemente estudiados, en la última década ha tenido una incidencia notable, contribuyendo a déficits o excesos de precipitación. Euscátegui señala que la MJO a menudo pasa desapercibida debido a la presencia de fenómenos como El Niño Oscilación del Sur (ENOS).

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La MJO no genera lluvias ni sequías directamente, sino que intensifica los fenómenos climáticos existentes. Si hay un evento de El Niño, la MJO puede agravar la sequía; si hay una temporada de lluvias, puede aumentar las precipitaciones. El meteorólogo Eliecer Díaz destaca que la MJO mejora las predicciones climáticas a corto plazo debido a su naturaleza de variabilidad intraestacional.

La presencia de la MJO está intensificando otros fenómenos climáticos, provocando días más secos y temperaturas más altas, o días más lluviosos que pueden desencadenar emergencias climáticas como crecientes súbitas o derrumbes. Díaz enfatiza que, además de los fenómenos climáticos, factores como la sedimentación de ríos y la mala planificación urbana son responsables de las inundaciones.

Parque Nacional Natural Chingaza

Pronósticos Climáticos para el Segundo Semestre del Año

El Ideam pronostica que la temporada de lluvias en Colombia comenzará en julio, similar a la de La Niña en 2010-2011, que causó pérdidas significativas. Existe una probabilidad del 69% de que La Niña se manifieste entre julio y septiembre y predomine durante el segundo semestre de 2024. La Niña trae consigo mayor nubosidad y lluvias intensas, especialmente en las regiones Andina y Caribe. Se espera una temporada activa de ciclones tropicales entre junio y noviembre, coincidiendo con La Niña y la segunda temporada de lluvias del país, la más fuerte del año. Esto probablemente

aumentará las precipitaciones por encima de los niveles normales, incrementando el riesgo de inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos de tierra en las regiones Andina y Caribe.

En resumen, la Oscilación de Madden & Julian actúa como un modulador de las condiciones climáticas existentes en Colombia, intensificando las sequías y lluvias según los fenómenos predominantes, mientras que factores adicionales como La Niña y la temporada de ciclones incrementarán los riesgos climáticos en el segundo semestre del año.

¿Qué hace el Banco de Alimentos de Bogotá?

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Nuestra labor se sustenta en la colaboración entre la academia, el sector público, el privado y organizaciones sin ánimo de lucro. Juntos, recopilamos alimentos, bienes y servicios, fomentando la generosidad de las personas para sumarse a nuestra causa.

¿Qué es un Banco de Alimentos?

El Banco de Alimentos es una organización sin ánimo de lucro dedicada a recibir donaciones de alimentos y otros recursos esenciales. Su labor es fundamental en la erradicación de la desnutrición y el hambre, proporcionando no solo alimentos, sino también esperanza a quienes más lo necesitan.

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Recuperación del Valor Social

En el Banco de Alimentos, nos aseguramos de que incluso los productos que han perdido su valor comercial recuperen su valor social. Es esencial resaltar que estos productos deben estar en óptimas condiciones, con mínimos defectos en la presentación o fecha de vencimiento cercana.

Manos generosas de Corabastos

Una de nuestras más fuertes donantes.

Desde el año 2016, el Banco de Alimentos de Bogotá hace presencia en la plaza de mercado más grande de Colombia y la segunda más grande de Latinoamérica: Corabastos.
Diariamente un grupo de 12 colaboradores, apoyados por voluntarios, recorren los más de 6,300 locales que esta plaza alberga en busca de productos que puedan ser salvados. Frutas, verduras y hortalizas encuentran una segunda oportunidad, terminando no en la basura, sino en la mesa de las personas en situación de vulnerabilidad de nuestra ciudad.

¿Cómo puedo ser un donante desde Corabastos?

Cuando deseas ayudar desde tu corazón, puedes comunicarte con nosotros directamente en nuestro local de Corabastos:
–   Corabastos, Bodega 15 – Local 017 Con Josefina Nonato
–  Tel: 320 333 02 33 – 321 931 09 42
– E-mail: jnonato@bancodealimentos.org.co

Y desde todos estos medios de comunicación te brindaremos la atención y acompañamiento en todo el proceso.

Proceso de Recolección

Nuestro proceso de recolección implica el uso de camiones recolectores que recorren la ciudad en busca de donaciones. Una vez recibida una donación, facilitamos su transporte hasta nuestras instalaciones, donde llevamos a cabo un minucioso proceso de pesaje, identificación y clasificación en áreas específicas.

Gestionamos además el Programa de Recuperación de Excedente Agrícolas (PREA), que se encarga de recolectar las frutas y verduras excedentes de la cosecha de los campesinos.

¿Que es el Programa de Recuperación de Excedentes Agrícolas?

Unimos esfuerzos con productores y comerciantes para que donen sus excedentes, evitando el desperdicio de alimentos. Proponemos acciones para disminuir la contaminación, rescatando los productos que las empresas antes destruían.

La logística del Banco de Alimentos permite ir a  diferentes zonas rurales para la recolección de productos en áreas cercanas a Bogotá.

¿Cómo me puedo inscribir a PREA y qué beneficios obtengo?

Nuestros productos provienen principalmente de pequeños agricultores. Al colaborar con nosotros, ellos reciben una serie de beneficios, como capacitaciones en emprendimiento para fomentar su crecimiento y apoyo económico solidario para su sustento.

Puedes comunicarte con nosotros y ser parte de esta hermosa labor a través del siguiente correo: lmendoza@bancodealimentos.org.co

Impacto Directo en las Comunidades

Banco de Alimentos de Bogotá distribuyó cerca de 18 millones de kilogramos de comida en 2023

Finalmente, distribuimos equitativamente los productos a las organizaciones sociales registradas que brindan apoyo a diversas comunidades. Desde niños hasta adultos mayores, comedores comunitarios y centros de rehabilitación, nuestro objetivo es asegurar que los alimentos lleguen de manera efectiva a las familias más necesitadas y vulnerables en Colombia.

Una inversión altamente rentable

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En Colombia hay un problema del que poco se habla, pero que determina muchas otras realidades en el país: el hambre. La evidencia muestra que los niños mal alimentados desarrollan en su vida adulta 14,6 puntos menos de coeficiente intelectual, tienen cinco años menos de escolaridad y perciben 54 % menos de salario.

La desnutrición infantil, además de afectar el desarrollo cognitivo de los niños, tiene consecuencias en la salud pública: generando presión al sistema con enfermedades prevenibles. Desde el punto de vista económico, el hambre agrava los ciclos de pobreza, reduce la capacidad de aprendizaje de las personas y la productividad de la fuerza laboral de una sociedad. En materia política, es un detonador de tensiones que debilita la cohesión social. Desde una perspectiva humana, el hambre produce una sensación de fatiga, desesperación y falta de dignidad que nadie tiene por qué sentir.

Actualmente se estima que en Colombia hay 19,2 millones de personas con insuficiencia alimentaria (37,8 % de la población), y que 392.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica (10,8 %). En 2024, unos 24.000 niños padecieron desnutrición aguda. Esta realidad le debería quitar el sueño a cualquier sociedad.

Dos modelos que han trascendido en el tiempo han sido exitosos en el país para atender el hambre: el Programa de Alimentación Escolar (PAE), desde el sector público, y los bancos de alimentos, desde el sector social. El PAE es un programa fundamental para garantizarles a millones de niños al menos una comida nutritiva al día; lo cual, además de ayudar a combatir la desnutrición infantil, impacta positivamente la matrícula escolar, el ausentismo y el rendimiento académico.

La seguridad alimentaria no es un problema aislado, sino un factor subyacente que condiciona el éxito de cualquier otra política social y, como tal, debe abordarse como una política de Estado.

Los bancos de alimentos, por su parte, son otra herramienta clave para atender la inseguridad alimentaria, teniendo en cuenta que en Colombia se pierde anualmente el 35 % de los alimentos que se producen (9,7 millones de toneladas). Su labor consiste en recuperar alimentos en buen estado que, de otra manera, serían desechados por empresas, supermercados y productores, y distribuirlos en comunidades vulnerables, comedores comunitarios y organizaciones sociales. No obstante lo anterior, estos programas son insuficientes para responder a la magnitud del problema.

Atender la seguridad alimentaria es una de las inversiones sociales más rentables a largo plazo para una sociedad. Según el ‘Marco de inversión en la nutrición’ de 2024, del Banco Mundial, cada dólar destinado a combatir este problema puede generar un retorno económico de 23 dólares. Si los beneficios de atender el hambre exceden con creces sus costos, resulta incomprensible que los gobernantes no pongan la seguridad alimentaria entre sus prioridades ni impulsen políticas públicas de largo plazo para prevenir la desnutrición. La seguridad alimentaria no es un problema aislado, sino un factor subyacente que condiciona el éxito de cualquier otra política social y, como tal, debe abordarse como una política de Estado.

Es crucial elevar el nivel de conciencia sobre la inseguridad alimentaria en el país como una prioridad estructural. No podemos caer en el error de pensar que es un gasto que alivia un problema inmediato con asistencialismo, porque estaríamos desconociendo los beneficios que esta inversión trae de largo plazo en la salud pública, los logros educativos, la productividad y la convivencia ciudadana.

La desnutrición tiene un impacto muy significativo en el desarrollo y bienestar de las personas a lo largo de su vida. La lucha contra el hambre es una lucha por la inteligencia de una nación y el crecimiento económico de un país.

Autor: Juliana Mejía

Sumando esfuerzos para nutrir el futuro en Altos de Cazucá

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Recientemente, en el programa de W Radio – Solución W, se hizo una entrevista con Edgar Barreto, líder de la Fundación Tierra Nueva, quien exponía las múltiples problemáticas que se viven en el sector, entre ellas la pobreza extrema, la violencia, el asentamiento de desplazados e inmigrantes. Destacando la labor que han hecho como fundación para que muchos niños y adultos mayores puedan vislumbrar un futuro mejor en medio de la adversidad.

Actualmente, solo pueden ofrecer un almuerzo los viernes a un grupo de 50 adultos mayores que viven en condiciones precarias. Su sueño es hacerlo todos los días, pero hasta ahora no han contado con los recursos necesarios y suficientes.

La Fundación Tierra Nueva, ubicada en el alto de Soacha, lucha cada día por cambiar realidades en una comunidad donde la pobreza y la violencia han dejado huella en cientos de familias. Con talleres de arte, teatro y música, han abierto un espacio de esperanza para niños y jóvenes, pero la sombra del hambre sigue presente en su día a día.

Gracias a la iniciativa Solución W, desde el Banco de Alimentos de Bogotá nos unimos a la causa, comprometiéndonos a evaluar la situación de la fundación y trabajar para garantizar una ayuda que permita alimentar a más personas.

El padre Daniel Saldarriaga, director del Banco de Alimentos de Bogotá, anunció su compromiso con la causa en vivo en La W: “Nos alegra encontrar aliados que de manera ordenada y respetuosa puedan acercarse a estas comunidades para brindar alimento y mejorar la calidad de vida de las personas en estado de vulnerabilidad”.

Esta unión representa la posibilidad de dignidad y tranquilidad para una parte de la comunidad. La solidaridad del Banco de Alimentos de Bogotá y la Fundación Tierra Nueva demuestra que juntos podemos romper el ciclo de pobreza y devolver la esperanza a quienes más lo necesitan.

“Me alegra que podamos coordinar un trabajo organizado para que no solo sea los viernes, sino más días de la semana”, aseguró el padre Daniel al aire en La W.

La gestión del Banco de Alimentos de Bogotá y el compromiso del padre Daniel Saldarriaga con la causa son un ejemplo de la importancia de la solidaridad y la colaboración para abordar los desafíos sociales más urgentes.

Si quiere ver la noticia completa Soluciones W: el Banco de Alimentos de Bogotá llevará esperanza a Altos de Cazucá

La inseguridad alimentaria azota a América Latina y el Caribe

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Según el informe ‘América Latina y el Caribe: panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición’, Colombia se encuentra entre los países con mayor rezago en información sobre la situación nutricional, ya que sus últimos datos disponibles son de 2015.

Este rezago se debe a que la última ‘Encuesta nacional de situación nutricional’ (Ensin) se realizó en 2015 y no se ha actualizado desde entonces, a diferencia de países como Perú o Ecuador que levantan esta información anualmente.

Juan Carlos Buitrago, director de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), destacó la importancia de contar con información actualizada para abordar el problema de la inseguridad alimentaria. “Sin datos claros que midan la situación nutricional no se puede tener una intervención certera ni pertinente”, señaló.

Buitrago también resaltó la necesidad de una política pública actualizada que marque la ruta de un trabajo integral y articulado de todos los sectores, ya que la política pública actual finalizó en 2019.

La urgencia de abordar el problema

En este sentido, el director de ABACO enfatizó la urgencia de abordar el problema de la inseguridad alimentaria en Colombia, donde 19,2 millones de personas padecen insuficiencia alimentaria y un millón de niños están en riesgo de desnutrición crónica.

La situación es especialmente preocupante en la región de La Guajira, donde los niños wayú sufren de desnutrición crónica. La tasa de mortalidad de menores de 5 años en esta región es de 21 por cada mil nacimientos

La desnutrición generalizada es un problema persistente en la región, afectando a 28% de la población. Expertos destacan la necesidad de esfuerzos multisectoriales y políticas públicas efectivas para combatir el hambre y la malnutrición.

En este contexto, la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento (N4G) busca movilizar compromisos políticos y financieros para luchar contra la malnutrición. Es fundamental que los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para abordar este problema y garantizar el derecho a la alimentación y la nutrición para todos.

La desnutrición es un problema grave que requiere atención inmediata. Los costos económicos de no actuar son altos, con un impacto del 1% en el PIB mundial debido a pérdidas cognitivas y de mortalidad.

En efecto, invertir en nutrición puede generar un retorno significativo, con 23 dólares de beneficio por cada dólar invertido. Es hora de que los líderes mundiales tomen medidas para hacer de la nutrición una prioridad en sus países.

En sintesís, es fundamental abordar el problema de la inseguridad alimentaria en Colombia con urgencia y eficacia, para garantizar el bienestar y la salud de la población más vulnerable. Como dijo Newlands, “en un mundo de abundancia es inaceptable que más de 700 millones de personas se acuesten con hambre”. Todos somos responsables de abordar este problema y garantizar que la nutrición sea una prioridad global.

La inequidad de género persiste: Cifras acciones y autonomía

En Colombia, la desigualdad entre mujeres y hombres sigue siendo una realidad preocupante. A pesar de algunos avances en los últimos años, las cifras reflejan que las mujeres enfrentan barreras estructurales que limitan su acceso a oportunidades económicas, laborales y sociales.

Un estudio realizado por ONU Mujeres, en conjunto con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y con el apoyo de la Embajada de Suecia en Colombia y el Ministerio de la Igualdad y la Equidad, revela datos alarmantes sobre la brecha de género en el país. En 2023, el 30,4 % de las mujeres mayores de 15 años no contaba con ingresos propios, mientras que en los hombres esta cifra era del 11,7 %. Aunque la brecha en la tasa de desempleo se redujo de 6,7 puntos porcentuales en 2021 a 4,6 en 2023, la realidad sigue siendo adversa para las mujeres, quienes continúan enfrentando mayores dificultades para acceder a empleos formales y bien remunerados.

Además de los desafíos económicos, la violencia de género sigue cobrando la vida y el bienestar de muchas mujeres en Colombia. En 2023, cada día, en promedio, tres mujeres fueron asesinadas, 101 resultaron lesionadas por su pareja y 46 niñas fueron víctimas de agresión sexual. Estas cifras reflejan una crisis de violencia que sigue afectando de manera desproporcionada a las mujeres y niñas del país.

La desigualdad también se manifiesta en la seguridad alimentaria. La crisis climática ha impactado la producción agrícola, afectando especialmente a las mujeres que lideran hogares. En Colombia, el 29,2 % de los hogares con jefatura femenina enfrentan inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 23,6 % de los hogares con jefatura masculina. En las zonas rurales, la situación es aún más crítica: el 35,3 % de los hogares encabezados por mujeres experimentan inseguridad alimentaria. Las comunidades indígenas y afrodescendientes son las más afectadas, con un 43,7 % y un 41,3 % de hogares en inseguridad alimentaria, respectivamente.

Estos datos reafirman la necesidad de seguir trabajando por la equidad de género en Colombia. Desde el Banco de Alimentos de Bogotá, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha contra la inseguridad alimentaria, brindando apoyo a los hogares más vulnerables, especialmente aquellos liderados por mujeres. Es fundamental continuar con políticas y acciones que garanticen el acceso equitativo a oportunidades y derechos para todas las mujeres del país.

La desigualdad sigue siendo un reto que no podemos ignorar. ¡Sigamos sumando esfuerzos para construir un futuro más justo y equitativo para todas y todos!

Crisis Humanitaria en el Catatumbo y Chocó

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Fotografia retomada de noticias Caracol

Una emergencia humanitaria que no da tregua

Colombia enfrenta una de las crisis humanitarias más graves de los últimos años. Dos de sus regiones más vulnerables, el Catatumbo y el Chocó, atraviesan situaciones de extrema dificultad debido al recrudecimiento del conflicto armado y las acciones de grupos ilegales. Miles de familias han sido desplazadas, confinadas y privadas de acceso a alimentos, educación y servicios básicos. Ante esta alarmante realidad, el Banco de Alimentos de Bogotá ha intensificado sus esfuerzos para brindar apoyo a quienes más lo necesitan. Sin embargo, la magnitud de la crisis requiere un mayor respaldo para garantizar que nadie quede desprotegido.

El drama humanitario en el Chocó

Desde el pasado 18 de febrero, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) decretó un paro armado de 72 horas, afectando gravemente la vida de miles de personas en la región del Chocó. En los últimos días 3.500 han salido desplazadas. Este paro ha generado un estado de confinamiento forzado, donde salir de casa para conseguir alimentos, recibir atención médica o asistir a la escuela representa un peligro latente. La movilidad fluvial, vital para el abastecimiento de muchas comunidades, ha sido completamente bloqueada, dejando a miles de familias sin acceso a alimentos. Además, las cosechas se están perdiendo, lo que agrava aún más la crisis alimentaria y amenaza la seguridad nutricional de la región a largo plazo.

El Catatumbo, una crisis prolongada y sin salida cercana

or otro lado, el Catatumbo vive el peor episodio humanitario de su historia reciente. A más de un mes del inicio de los enfrentamientos entre el ELN, las disidencias y el Ejército, la situación sigue deteriorándose. El número de desplazados ha aumentado a 53.630 personas, mientras miles de personas permanecen confinadas, sin posibilidad de salir de sus hogares en busca de alimento o servicios esenciales. Entre las víctimas más afectadas están los niños, quienes no han podido retomar sus estudios debido a la violencia constante. El estado de conmoción interior decretado por el Gobierno refleja la gravedad de esta crisis, pero las comunidades siguen necesitando asistencia urgente para sobrevivir.

Nuestra respuesta: acción y generosidad

El Banco de Alimentos de Bogotá, en su compromiso por mitigar el impacto de estas crisis humanitarias, ha logrado enviar más de 86 toneladas de productos, incluyendo alimentos, kits de higiene y kits escolares, para apoyar a las comunidades afectadas. Sabemos que esta ayuda es solo el comienzo, y que aún hay miles de personas esperando asistencia. Por ello, es crucial seguir sumando esfuerzos para ampliar nuestra capacidad de respuesta y garantizar que nadie se quede sin el apoyo necesario en estos momentos críticos.

Cómo puedes ayudar

Las necesidades en el Catatumbo y el Chocó son urgentes y requieren la solidaridad de todos. Cada aporte cuenta para llevar más alimentos, productos de primera necesidad y kits escolares a quienes han perdido todo. Tu donación puede marcar la diferencia en la vida de una familia que hoy enfrenta el hambre y la incertidumbre.

Desde el Banco de Alimentos de Bogotá hacemos un llamado a la sociedad, a las empresas y a todas las personas de buen corazón para que se sumen a esta causa. Con tu apoyo, podemos seguir brindando esperanza y alivio a quienes enfrentan la adversidad. Juntos, podemos hacer la diferencia.

Regreso a clases: alimentando el presente de nuestra niñez

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Fisdeco

El inicio del año escolar es un momento crucial para miles de niños y niñas en Bogotá y sus alrededores. La emoción de volver a las aulas, reencontrarse con sus compañeros y seguir aprendiendo es fundamental para su desarrollo.

Sin embargo, para muchas familias en situación de vulnerabilidad, este regreso también representa un reto económico, no solo por la compra de útiles escolares, sino también por la dificultad de garantizar una alimentación adecuada para sus hijos. Desde el Banco de Alimentos de Bogotá, entendemos esta realidad y trabajamos incansablemente para que los niños tengan las herramientas y la alimentación necesaria para un aprendizaje digno.

En nuestro compromiso con la educación y el bienestar infantil, estamos alistando kits escolares con el apoyo de aliados estratégicos y donantes solidarios. Estos kits contienen elementos esenciales como cuadernos, lápices, colores y otros útiles que les permitirán a los niños desarrollar su potencial en el aula. La educación es la base de un mejor futuro y garantizar que los estudiantes cuenten con los recursos básicos para su aprendizaje es un paso fundamental en la lucha contra la desigualdad.

Pero el aprendizaje no solo depende de los útiles escolares, sino también de una adecuada alimentación. En muchas instituciones educativas y fundaciones con las que trabajamos, la realidad es que la única comida del día que reciben los niños es la que se les brinda en estos espacios. Por eso, desde el Banco de Alimentos de Bogotá, apoyamos colegios, comedores comunitarios y centros de educación con alimentos nutritivos.

Sabemos que el hambre y la malnutrición afectan el rendimiento académico de los niños. La falta de una alimentación balanceada no solo impacta su desarrollo físico, sino también su capacidad de atención, memoria y aprendizaje. Por eso, cada donación y cada esfuerzo que realizamos tiene un impacto real en la vida de estos pequeños, asegurando que su futuro no se vea truncado por la falta de acceso a una alimentación adecuada.

Hacemos un llamado a toda la comunidad a sumarse a esta causa. Donar alimentos, útiles escolares o recursos económicos es una forma de transformar vidas y de asegurar que más niños puedan concentrarse en aprender, sin la preocupación del hambre. Juntos podemos hacer que este regreso a clases sea una oportunidad real para construir un futuro con más oportunidades y menos desigualdad.