Martha Chacón, es la voz de quienes viven en silencio. Las personas con discapacidad no pueden elegir qué vida quieren vivir, pero sí les toca afrontar un gran reto para poder sobrevivir. A diferencia de lo que muchos piensan por lo que significa hacerse cargo de una persona de este tipo, la Fundación Marta Chacon se encarga de escucharlos y entenderlos desde el amor, siempre velando por la inclusión y una calidad de vida digna para ellos y sus familias. Esta mujer inquebrantable ha luchado contra todas las adversidades para lograr un mejor futuro para su comunidad. Su perseverancia, liderazgo y resiliencia es de admirar, sus sueños no tienen fronteras y en esta oportunidad desde el Banco de Alimentos queremos compartir su historia:
¿Cómo nace la Fundación Martha Chacon?
La fundación nace en el 2000, llevamos 23 años. Igual que el Banco de Alimentos, siempre he estado afiliada a esta gran misión. Nace de la necesidad del sector Kennedy Britalia, yo trabajaba como profesora con el Distrito, pero me encontraba con la dificultad grandísima de que hay muchos jóvenes con rotulaciones: agresividad, dificultad de aprendizaje o dispersos. Sin embargo, cuando me di cuenta, yo tenía más de 30 chicos con discapacidades en las aulas, porque tenía la habilidad y talento para desarrollar sus destrezas.
En la comunidad se veía mucho el chico con discapacidad que se queda en la casa o en la calle porque la mamá trabaja todo el día, aunque fueran más vulnerables o indefensos, empecé a descubrir bastantes abusos verbales y psicológicos por parte de la misma población.
¿Qué tipo de población atienden?
La población que atendemos son personas con discapacidad, manejamos las 7 discapacidades -visual, auditiva, mental, física, intelectual, psicosocial, múltiple y sensorial-. Trabajamos con personas de todos los rangos de edad, en este momento nuestro fuerte va desde los 16 años hasta los 60 años. Tenemos 3 centros en alianza con la Secretaría de Integración Social y uno que si es privado, tenemos varias modalidades interno y rutinario. Manejamos rutas que los recogen a diario en sus casas, para traerlos a su otro hogar.
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¿Quién era y quién es hoy Martha Chacón?
No nos olvidemos de nuestros primeros pasos. Yo también soy una madre, con cuatro hermosos hijos y viuda. A los 30 años mi esposo murió en un accidente, yo quedé sola y con una responsabilidad enorme por mis hijos. Yo tenía un cáncer muy fuerte, cáncer de mama, duré cuatro meses hospitalizada, incluso me aplicaron los santos óleos para fallecer junto a mi familia. Yo estaba débil, no tenía alientos, pero me dio la locura de la fundación, yo le dije a Dios: si tu me das la vida, yo voy a servir a los demás hoy, mañana y siempre. Tenía que darles de comer y una vivienda, muchas veces el apartamento que conseguía, era la mitad para la fundación y la mitad para vivir. No fue fácil, por eso yo siempre invito a todas las organizaciones a perseverar, nunca descansar. Tener el objetivo claro, siempre estar estudiando para ir avanzando. No me parecía justo lo que estaba pasando con la educación de estos jóvenes, por eso tomé esta maravillosa decisión. Fueron muchas lágrimas, pero siempre estaba la esperanza de que se iba a lograr.
Si hay algo que quiero ser en la vida es ser autentica, Marcha Chacon es de lavar y planchar. El hecho de que ahora tengo tantos colaboradores no me hace levitar, sino ser más humilde, eso permite que mi equipo también lo sea. Yo amo a mi señora de la cocina y vigilante, todos tenemos el mismo valor.
Yo veo en usted una mujer que sabe escuchar desde el silencio, ¿cómo ha sido ese proceso?
Ha sido muy difícil. Acá he tenido que barrer, administrar, cambiar pañales, enseñar. Durante mucho tiempo los estudiantes del Banco de Alimentos fueron mi apoyo incondicional, ellos venían hacer sus prácticas y me ayudaron a atender a estas personas. Esto es sentir, querer y amar, cuando has tenido que hacer de todo, te das cuenta del valor de cada uno de los colaboradores. Aquí quien aporta: el vigilante, las cocineras, las señoras del aseo, los enfermeros. A veces a los chicos sus mismos pensamientos no les permiten levantarse, pero nuestro equipo siempre tiene una sonrisa para darles motivos a diario. Eso va en el talento humano que tenga cada persona.
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Yo como cabeza vivo feliz y pongo todo mi esfuerzo para transmitirla, aunque tenga problemas. Gracias a la población que atendemos nosotros tenemos trabajo y motivaciones, esta labor es mutua, ellos mejoran, nosotros también. En este momento, tenemos 160 personas en los 4 centros, yo siempre le pedía a la vida un proyecto, para darle calidad de vida a mi población focal, ahora le pido a dios que no me deje olvidar de dónde me saco, de mis raíces. La economía ha mejorado mucho es imposible negarlo, pero el verdadero reto está en seguir siendo mejor persona, más íntegra y dar lo mejor de lo mejor.
¿Las personas con discapacidades sufren mucha exclusión?
Sí, pero las cosas han mejorado un poco. Yo hice parte de la Política Pública De Discapacidad durante 10 años, de allí nacen todos estos procesos. Sin embargo, aquí hay mucha población que en algún momento tenía su familia, pero cuando sus padres mueren quedan solos y sus otros familiares se aburren pronto.
¿Cómo entender a una persona con discapacidad?
A lo largo de todos estos años de trabajo, inclusive tuve una pareja durante 8 años con discapacidad visual, podría decir que quien pone las barreras son ellos. La mejor manera de comprenderlos es mirándolos como iguales, ejemplo: tu quieres comer algo rico, dale algo delicioso a esa persona también, qué quieres verte guapo, vistelo bonito. Ellos necesitan nuestra ayuda, no nuestra limosna. No me parece justo cuando les embuten la comida, ¿a usted le gustaría que la trataran con afanes o rabia?. La paciencia es sabia. Ellos no son una carga, son diferentes sí, pero también son seres humanos.
¿Cómo funciona la fundación?
Nosotros tenemos 3 líneas de acción. La primera es la promoción de capacidades individuales, lo que se busca es que los chicos adquieren mayores capacidades para la independencia y autonomía, que en la casa puedan ser más funcionales; la siguiente línea es de familia, buscamos hacer intervenciones para integrarlos y desarrollar capacidades de atención, que puedan pasar un derecho de petición o solicitar la atención adecuada en la EPS; la última línea es de entorno y territorio, formalizamos alianzas con entidades públicas y privadas, para que hagamos procesos de articulación, en donde los chicos asistan a talleres en el SENA, actividades con el IMRD y otras instituciones que trabajan en temas de inclusión.
¿De dónde proviene la inspiración para desarrollar esta labor?
Yo siempre he dicho que uno debe estar enamorado de lo que uno hace. Dios me dio un amor muy grande por la discapacidad, siento que soy la voz de aquel que no puede expresarse. Por eso, aquí a ellos y sus familias se les da la seguridad que van a recibir la mejor atención, por ejemplo: nosotras podemos conversar si el tinto está rico, pero estas personas no. Por eso, siempre hay que darles lo mejor, cuando nosotros damos lo mejor Dios te bendice. Ese es nuestro lema: disfrutar lo que uno hace, para siempre trabajar con amor. A estas personas siempre hay que darles un abrazo o una sonrisa, somos su familia.
El camino de la equidad empieza por entender que todos somos diferentes. Promover acciones de inclusión social, para disminuir la exclusión y la desigualdad son esenciales para este fin. Todos, sin excepción alguna merecemos las mismas oportunidades de desarrollo, el trabajo en equipo que desde hace más de dos décadas viene impulsando el Banco de Alimentos de Bogotá y la Fundación Martha Chacon, hoy se representa en el bienestar y esperanza de miles de jóvenes con discapacidades.