Según el más reciente informe del Programa Mundial de Alimentos (WFP), en Colombia se registró una reducción del 5% en el número de ciudadanos en grave riesgo de padecer hambre. Aunque esta disminución es alentadora, sigue siendo preocupante, ya que el país ha pasado del 30% al 25% de inseguridad alimentaria, lo que equivale a aproximadamente 13 millones de personas que aún sufren de hambre.
A pesar de los avances reconocidos por la WFP, también se resalta que el 51% de la población colombiana sigue enfrentando condiciones de desaceleración económica u otros factores que podrían aumentar el riesgo de inseguridad alimentaria moderada.
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Los departamentos con mayor inseguridad alimentaria son La Guajira, con un 59%; seguido por Sucre, con un 49%; Caquetá, con un 47%; Arauca y Córdoba, ambos con un 46%; y Putumayo, con un 45%. En contraste, en Bogotá, el 13% de la población está en riesgo de padecer hambre. Es importante destacar que, según la encuesta realizada, el 43% de las familias entrevistadas informaron dificultades para acceder a alimentos en los últimos seis meses debido a la falta de recursos y al aumento de los precios.
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