El comercio minorista contribuye al 13% del desperdicio de alimentos a nivel mundial. Cada año, se desperdician 931 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, lo que equivale a casi una sexta parte de la producción mundial y representa entre el 8% y el 10% de las emisiones totales de carbono. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los hogares son los principales responsables del desperdicio, generando el 61% del total, seguidos por el sector de servicios de alimentos con el 26% y el comercio minorista con el 13%.
Factores que contribuyen al desperdicio de alimentos:
1. Gestión inadecuada del inventario: Los alimentos frescos se deterioran antes de ser vendidos.
2. Almacenamiento inadecuado: La falta de control de temperatura, humedad y condiciones de higiene provoca la descomposición de productos perecederos.
3. Transporte: Los alimentos pueden dañarse durante el transporte, haciéndolos no aptos para la venta.
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4. Errores en la previsión de la demanda: Los minoristas a veces sobrestiman la demanda de ciertos productos, lo que resulta en excedentes que terminan en la basura.
5. Imperfecciones estéticas: Los consumidores rechazan alimentos frescos con imperfecciones estéticas, generando desperdicio.
Reducir el desperdicio de alimentos en todos los niveles podría tener importantes beneficios ambientales, sociales y económicos.
5 acciones para reducir el desperdicio de alimentos en supermercados
1. Detección temprana
– Identificar productos con fechas cercanas de vencimiento puede ser efectivo para reducir el desperdicio.
2. Venta a precios reducidos
– Aplicar descuentos en productos próximos a vencer brinda a los consumidores la oportunidad de adquirir productos frescos y de calidad a precios más accesibles, favoreciendo la reducción del desperdicio.
3. Donaciones a organizaciones benéficas
– Donar de forma profesional y recurrente contribuye a disminuir el desperdicio de alimentos. Esto requiere procesos y una colaboración óptima entre los supermercados y organizaciones como el Banco de Alimentos de Bogotá, que ayuda directamente a quienes más lo necesitan. Las donaciones también evitan el desperdicio de recursos utilizados en la producción, procesamiento y distribución de alimentos.
4. Garantizar la fiabilidad de los datos
– Identificar patrones de desperdicio es esencial para realizar análisis de calidad y tomar decisiones fundamentadas. La precisión en la entrada de datos es crucial, por lo que es necesario establecer procesos de entrada de datos precisos y estandarizados.
5. Sensibilizar y formar al personal sobre el desperdicio de alimentos y la gestión de las donaciones
– Proporcionar conciencia sobre el problema, conocimientos sobre buenas prácticas y habilidades para identificar oportunidades de mejora. Fomentar el compromiso y liderazgo del personal los capacita para desempeñar un papel activo en la reducción del desperdicio.
Más detalles aqui: Combatiendo el desperdicio de alimentos: estrategias para supermercados responsables