Durante la pandemia cientos de familias han tenido que enfrentarse a la rudeza del hambre por la falta de oportunidades e inestabilidad económica. Aquí presentamos algunas de las cifras más relevantes y alarmantes publicadas en la Encuesta Pulso Social realizada por el DANE, que respaldan la necesidad de unirnos para construir un país sin hambre.
La inequidad y la inseguridad alimentaria son dos virus que se agudizaron durante la pandemia. De hecho, hoy son más de 2,4 millones los hogares que ingieren menos de tres porciones diarias de alimento. Una cifra preocupante, porque significa que algo tan simple como comer se volvió un privilegio y no un derecho, para las familias que no tienen acceso a oportunidades laborales o viven en la informalidad.
De acuerdo con la Encuesta de Pulso Social realizada por el DANE, entre julio del 2020 y junio del 2021, el 33% de la población consumió solo 2 comidas al día. Además, antes del inicio de la pandemia el 92% de la población a nivel nacional consumía tres comidas al día, pero ahora solo el 66% puede hacer esto. Por ejemplo, en Bogotá, el 40% de la población consumió entre una o dos comidas diarias.
Por estas razones, desde el Banco de Alimentos de Bogotá, hemos duplicado esfuerzos, para que nuestras ayudas no solamente impacten a la capital, sino que lleguen a todas las zonas vulnerables del país. Entre enero y julio del 2021 hemos entregado más de 11 millones de kilos de alimentos, beneficiando a cerca de 500 mil personas y 834 organizaciones.
Para algunas familias quedarse en la casa significaba no morir de COVID-19, pero si pasar días enteros con el plato vacío. Las comunidades del caribe fueron unas de ellas, por ejemplo: en Sincelejo, el 63% de la población consumió solo una o dos comidas diarias; en Barranquilla, el 71% consumió una o dos porciones de alimento diarias; y en Cartagena, el 73% de la población comió solo una o dos veces al día.
A pesar de que la vida esta volviendo a la normalidad poco a poco, lo cierto es que la inequidad y el hambre continúan. Desafortunadamente, el trapo rojo que daba aviso de la falta de alimento aún se ve colgado en la puerta de muchos hogares. Por eso, en el Banco de Alimentos de Bogotá nuestra labor para salvar millones de kilos de alimentos no se detiene, porque estamos seguros que estos pueden convertirse en el plato de comida de las personas con más necesidades
Si quieres ayudarnos a luchar contra el hambre, haz tu donación en: www.bancodealimentos.org.co
Seguimos Luchando #JuntosContraElHambre