La desnutrición crónica surge de una insuficiencia alimentaria persistente durante largos periodos. Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de 2015, en Colombia, uno de cada nueve niños sufre de desnutrición crónica.
“En gran medida, el entorno y la ubicación del niño determinan su acceso completo a sus derechos, así como su éxito en la crianza y, por ende, la calidad y cantidad de alimentos que ingiere diariamente. Por lo tanto, ciertos grupos con circunstancias particulares tienen mayor riesgo de padecer desnutrición”
afirmó recientemente la Fundación Éxito en un informe.
La entidad también señaló que uno de los principales factores es la falta de ingresos económicos en los hogares afectados, así como la carencia de agua potable, la falta de acceso a servicios de salud y una educación deficiente.
El retraso en el crecimiento se observa principalmente en niños menores de cinco años, pero la incidencia aumenta significativamente en comunidades indígenas y zonas rurales.
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La desnutrición crónica no es únicamente un problema de los afectados; concierne a todos. Todos podemos contribuir reconociendo su existencia y la necesidad de erradicarla. El aumento de este problema también se atribuye a la disminución de la economía nacional, causada por el bajo rendimiento de los individuos. Esto puede generar un ciclo vicioso, ya que la falta de una alimentación adecuada para el desarrollo pleno de las capacidades físicas y cognitivas puede conducir nuevamente a la pobreza y al hambre.
“El proceso implica el análisis estadístico de diversos determinantes sociales para identificar qué municipios presentan mejores condiciones o están en mayor riesgo de sufrir desnutrición crónica en su población. Este índice evalúa el nivel de bienestar de la población, donde se observa que cuando un niño o niña tiene una madre con educación, acceso a servicios de salud y una vivienda con acceso a agua potable, es más probable que disfrute de buenas condiciones de bienestar, acceda a sus derechos y tenga una alimentación saludable”
Diana Pineda.
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