El 16 de julio de cada año se conmemora el Día de la Virgen del Carmen, también conocida como Santa María del Monte Carmelo. Su imagen está relacionada con ser la patrona del Ejército Nacional de los Andes.
¿Cuál es su historia?
La aparición de la Virgen del Carmen ocurrió en el Monte Carmelo, ubicado en Israel, en el año 1251. Descendió con su hábito de la Orden en la mano y se le presentó a Simón Stock, superior general de los padres carmelitas del convento de Cambridge. Según la tradición, la Virgen llevaba una prenda distintiva y el niño Jesús en sus brazos, y dijo lo siguiente:
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- “Recibe, hijo mío, este Escapulario de tu orden, que será de hoy en adelante señal de mi confraternidad, privilegio para ti y para todos los que lo vistan.”
- “Es una señal de salvación, amparo en los peligros del cuerpo y del alma, alianza de paz y pacto sempiterno.”
Desde entonces, el fervor hacia la Virgen del Carmen fue adoptado por el ejército, a través de representaciones procesionales para pedir su amparo y hacer ofrendas.
Cabe resaltar que el nombre de la Virgen del Carmen se debe a su aparición en el Monte Carmelo, una cadena montañosa ubicada en Palestina.
El 5 de enero, José de San Martín decidió nombrarla como la Virgen del Carmen, con la intención de acudir a ella como protectora durante las batallas y trabajos para el país.
¿Qué oración rezarle a la virgen del Carmen para pedir su ayuda?
¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso. Amén.