El informe de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, encontró que el número de personas que experimentan inseguridad alimentaria aguda y requieren asistencia alimentaria, nutricional y de subsistencia urgente ha aumentado por cuarto año consecutivo, con alrededor de 258 millones de personas en 58 países y territorios enfrentando niveles de crisis o peores (CIF/CH Fase 3-5) en 2022. Esto representa un aumento significativo en comparación con los 193 millones de personas en 53 países y territorios que experimentaron inseguridad alimentaria en 2021. Además, este es el número más alto en los siete años de historia del informe.
Aunque gran parte de este aumento se debe al crecimiento de la población analizada, la gravedad de la inseguridad alimentaria aguda aumentó del 21,3% en 2021 al 22,7% en 2022, lo que sigue siendo inaceptablemente alto y subraya una tendencia al deterioro de la inseguridad alimentaria aguda mundial. El informe también revela que más del 40% de la población en CIF/CH Fase 3 o superior reside en solo cinco países: Afganistán, la República Democrática del Congo, Etiopía, partes de Nigeria (21 estados y el Territorio de la Capital Federal – FCT) y Yemen.
En 30 de los 42 principales contextos de crisis alimentaria analizados en el informe, más de 35 millones de niños menores de cinco años sufrieron emaciación o desnutrición aguda, con 9,2 millones de ellos experimentando emaciación severa, la forma de desnutrición que más amenaza su vida y uno de los principales contribuyentes al aumento de la mortalidad infantil.
La pandemia de la COVID-19 y el efecto dominó de la guerra en Ucrania se han convertido en importantes impulsores del hambre, especialmente en los países más pobres del mundo, debido a su alta dependencia de las importaciones de alimentos e insumos agrícolas y su vulnerabilidad a las crisis mundiales de los precios de los alimentos.
En América Latina y el Caribe, el 27% de la población analizada, es decir, 17,8 millones de personas, está expuesta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda. En El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua, el número de personas en situación de inseguridad alimentaria ha aumentado de 12,76 millones en 2021 a 13,08 millones en 2022. Según el informe, las crisis económicas son la principal causa de la inseguridad alimentaria aguda en estos países, incluyendo a Colombia, con la reducción de las oportunidades de ingresos erosionando el poder adquisitivo de los hogares en medio de crecientes desafíos económicos a nivel mundial.
El Banco de Alimentos de Bogotá sigue con las alarmas para atender a las personas afectadas por esta crisis alimentaria que cada vez más nos aleja de cumplir con el segundo objetivo de desarrollo sostenible: HambreCero. La invitación es a que todos sigamos trabajando juntos para reducir las brechas de desigualdad y la inseguridad alimentaria en Colombia.