El conversatorio sobre los retos de las ciencias sociales en el siglo XXI realizado por la Fundación Universitaria Área Andina, contó con la presencia del padre Daniel Saldarriaga Molina. Este evento planteó ideas congruentes e innovadoras para la construcción de un futuro más humano, equitativo y solidario. La intervención de cada uno de los panelistas evidenció la necesidad de vincular trabajadores sociales y sociólogos para responder de manera adecuada a una sociedad que se transforma.
Este espacio estuvo moderado por Carine Gómez Angulo, Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Areandina y contó con la participación de Martha Castellanos, Vicerrectora Académica; Ángela María Gómez Duque, coordinadora de la mesa de inclusión de Pacto Global Red Colombia; el padre Daniel Saldarriaga Molina, director del Banco de Alimentos de Bogotá; y Jean Paul Hernández, líder de activos digitales y métodos cuantitativos en Inspiralab.
¿Qué dijeron los participantes?
“Desde el Banco de Alimentos trabajamos porque la alimentación sea un derecho y no un privilegio. El papa Francisco ha puesto una mirada fuerte donde hace énfasis en que el mundo ya es capaz de distribuir alimentos para todos, pero los organismos multilaterales destinan grandes cantidades de recursos todos los años para seguir sabiendo cuántos pobres, edades y sexos hay en los lugares más vulnerables. La solución de la necesidad es imperiosa y las personas que tengan una formación en la línea de lo ético y las tecnologías, van a ser fundamentales para la nueva generación de sociólogos y trabajadores sociales que puede aportar a la nación”.afirmó el padre Daniel Saldarriaga Molina, durante su intervención.
Así mismo, Jean Paul Hernández, líder de activos digitales y métodos cuantitativos en Inspiralab, hizo un análisis de cómo las ciencias sociales pueden soportarse de la tecnología para lograr valiosos resultados: “Cuando hablamos de tecnología no solo hacemos referencia a tener más ingenieros, también requerimos científicos sociales con capacidades amplias en términos de análisis de datos para así poder leer y entender contextos. Los científicos sociales son muy buenos comprendiendo las comunidades, pero también se trata de cómo usamos otras herramientas como la tecnología, que nos permite llegar a un conocimiento extremadamente profundo en las comunidades y proponer nuevas alternativas”.
Las ciencias sociales promueven valores como la solidaridad, la inclusión, la preservación y la equidad. Es por ello que, son fundamentales en el desarrollo sostenible de nuestro país y en la adaptación a los nuevos cambios sociales. Promover estos espacios no solo motivan a los nuevos profesionales, sino que impulsan estrategias para fortalecer a las comunidades más necesitadas.