Según el informe ‘América Latina y el Caribe: panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición’, Colombia se encuentra entre los países con mayor rezago en información sobre la situación nutricional, ya que sus últimos datos disponibles son de 2015.
Este rezago se debe a que la última ‘Encuesta nacional de situación nutricional’ (Ensin) se realizó en 2015 y no se ha actualizado desde entonces, a diferencia de países como Perú o Ecuador que levantan esta información anualmente.
Juan Carlos Buitrago, director de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), destacó la importancia de contar con información actualizada para abordar el problema de la inseguridad alimentaria. “Sin datos claros que midan la situación nutricional no se puede tener una intervención certera ni pertinente”, señaló.
Buitrago también resaltó la necesidad de una política pública actualizada que marque la ruta de un trabajo integral y articulado de todos los sectores, ya que la política pública actual finalizó en 2019.

La urgencia de abordar el problema
En este sentido, el director de ABACO enfatizó la urgencia de abordar el problema de la inseguridad alimentaria en Colombia, donde 19,2 millones de personas padecen insuficiencia alimentaria y un millón de niños están en riesgo de desnutrición crónica.
La situación es especialmente preocupante en la región de La Guajira, donde los niños wayú sufren de desnutrición crónica. La tasa de mortalidad de menores de 5 años en esta región es de 21 por cada mil nacimientos
La desnutrición generalizada es un problema persistente en la región, afectando a 28% de la población. Expertos destacan la necesidad de esfuerzos multisectoriales y políticas públicas efectivas para combatir el hambre y la malnutrición.
En este contexto, la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento (N4G) busca movilizar compromisos políticos y financieros para luchar contra la malnutrición. Es fundamental que los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para abordar este problema y garantizar el derecho a la alimentación y la nutrición para todos.
La desnutrición es un problema grave que requiere atención inmediata. Los costos económicos de no actuar son altos, con un impacto del 1% en el PIB mundial debido a pérdidas cognitivas y de mortalidad.
En efecto, invertir en nutrición puede generar un retorno significativo, con 23 dólares de beneficio por cada dólar invertido. Es hora de que los líderes mundiales tomen medidas para hacer de la nutrición una prioridad en sus países.
En sintesís, es fundamental abordar el problema de la inseguridad alimentaria en Colombia con urgencia y eficacia, para garantizar el bienestar y la salud de la población más vulnerable. Como dijo Newlands, “en un mundo de abundancia es inaceptable que más de 700 millones de personas se acuesten con hambre”. Todos somos responsables de abordar este problema y garantizar que la nutrición sea una prioridad global.