La región del Catatumbo atraviesa una de las crisis humanitarias más graves de los últimos años. Más de 40 mil personas han sido desplazadas forzadamente debido a los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, dejando comunidades enteras sin acceso a alimentos, refugio y condiciones mínimas de seguridad. En un contexto marcado por la violencia y el conflicto, el hambre se convierte en una emergencia que exige una respuesta inmediata.
Desde el Banco de Alimentos de Bogotá, hemos redoblado esfuerzos para llevar esperanza a estas familias que lo han perdido todo. Hasta la fecha, hemos entregado un total de 52 toneladas de productos esenciales a las comunidades más afectadas: 26 toneladas de alimentos, productos de aseo y cobijas en Cúcuta, 10 toneladas en Tibú y 16 toneladas en Ocaña. Esta ayuda no solo busca atender las necesidades básicas, sino también ofrecer un alivio para las comunidades que enfrentan una crisis sin precedentes.
Nuestro compromiso no solo radica en atender la emergencia alimentaria inmediata, sino también en brindar un alivio que aporte a la construcción de paz y dignidad para las comunidades del Catatumbo. Cada alimento, cobija o producto de aseo entregado representa un mensaje de solidaridad y de lucha contra el hambre, una problemática que se agrava en contextos de violencia y desplazamiento.
Esta labor ha sido posible gracias al trabajo articulado con otros Bancos de Alimentos de la región, quienes han unido fuerzas para garantizar que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan. Pero también es resultado de la confianza y el apoyo de empresas, organizaciones y personas que creen en nuestra misión de combatir el hambre y ofrecer esperanza en momentos críticos.
Hoy queremos invitarte a ser parte del cambio. Cada donación, por pequeña que sea, tiene el poder de transformar la vida de quienes más lo necesitan. Porque en tiempos de crisis, la solidaridad no solo es necesaria, es esencial.