A partir de los 50 años, es fundamental prestar especial atención a la salud ósea para evitar fracturas y osteoporosis. A medida que envejecemos, la fortaleza de los huesos se vuelve crucial para mantener una buena calidad de vida, especialmente porque los cambios hormonales, como los que ocurren en la menopausia, pueden acelerar la pérdida de masa ósea. Por ello, es importante seguir una dieta que incluya nutrientes específicos para apoyar la salud ósea.
La nutricionista Amy Goodson destaca las espinacas como un alimento excelente para fortalecer los huesos. Según una entrevista con el medio estadounidense Eat This, Not That!, Goodson señala que las espinacas son ricas en calcio, potasio y vitamina B12, nutrientes esenciales para mantener los huesos fuertes y saludables con el paso del tiempo.
Además de estos beneficios, las espinacas aportan antioxidantes, fibra y otros minerales que favorecen la salud cardiovascular y el control de la presión arterial. La vitamina K en las espinacas es especialmente importante porque ayuda en la coagulación sanguínea y contribuye a la salud ósea.
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Las espinacas también son una excelente fuente de vitamina A, que es esencial para la salud ocular y para prevenir enfermedades visuales. Su contenido de folato, una vitamina del grupo B, es crucial para la función celular y la formación de ADN, mientras que el hierro en las espinacas es fundamental para la producción de hemoglobina y el transporte de oxígeno, lo que ayuda a mantener altos niveles de energía y vitalidad.
A pesar de los beneficios de las espinacas, Goodson recuerda que deben formar parte de una dieta equilibrada. Además de las espinacas, recomienda obtener calcio de productos lácteos como leche, queso y yogur, y vitamina B12 a través de proteínas animales como carne de vacuno, hígado, pescado, huevos y productos lácteos, así como cereales fortificados. Para el potasio, sugiere consumir frutas, verduras y productos lácteos, destacando alimentos como batata, aguacate, ajo, canónigos, plátano y rúcula.
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